Memoria del encuentro de Champagnat con el jóven Montagne

Picture of Oficina de comunicaciones

Oficina de comunicaciones

Edicion provincial

En la vida de todo ser humano existen momentos que transforman el curso de sus decisiones. Para Marcelino Champagnat, fundador de los Hermanos Maristas, ese momento llegó el día en que conoció al joven Montagne, un muchacho moribundo que no sabía quién era Dios y había vivido su corta vida en la más absoluta ignorancia espiritual. Este encuentro, como narra Furet, fue el detonante que impulsó a Marcelino a fundar una congregación dedicada a la educación cristiana de los jóvenes.

 

Cuando Marcelino fue llamado a confesar al joven enfermo, nunca imaginó lo que encontraría. La profunda falta de conocimiento religioso de Montagne sacudió al joven sacerdote, quien, en solo dos horas, intentó llenar el vacío espiritual que el muchacho había vivido.

Aunque Montagne murió poco después, Marcelino supo que había llegado a tiempo para ofrecerle una oportunidad de salvación. Este evento no solo le llenó de alegría por haber actuado a tiempo, sino que también le hizo reflexionar profundamente sobre la cantidad de niños que, como Montagne, podrían estar viviendo en la misma situación de abandono espiritual.

Este encuentro fue providencial para Marcelino, quien, movido por un amor compasivo y una gran sensibilidad ante las necesidades de los jóvenes, decidió que ya no podía retrasar más la fundación de los Hermanos Maristas. Con la ayuda de Juan María Granjon, quien aceptó el desafío con humildad y entusiasmo, Marcelino dio vida a un proyecto que hasta hoy sigue formando a generaciones de niños y jóvenes en la fe y los valores cristianos.

 

"Hoy miramos a tantos ‘Montagne’, niños y jóvenes que nos conmueven y sentimos el deseo de anunciarles la Buena Nueva de Jesucristo. Su realidad nos mueve a ser solidarios y comprometidos con la misión marista en las situaciones de frontera y exclusión"

Este legado de Champagnat sigue vivo en cada marista que, con coraje y amor, sale al encuentro de aquellos que más necesitan ser escuchados y educados. Como maristas, estamos llamados a seguir este ejemplo, siendo faros de luz para aquellos que caminan en la oscuridad, como lo fue Marcelino para Montagne.

¡Síguenos en redes sociales!

Artículos que te pueden interesar

Los Mártires de Bugobe: Un testimonio de amor y fidelidad
Los Mártires de Bugobe El 31 de octubre de 1996, cuatro Hermanos Maristas —Servando Mayor, Miguel Ángel Isla, Fernando...
Historias que transforman: Un encuentro de líderes Maristas
Unidos por el carisma: Liderazgo Marista para una misión global Para quienes compartimos el carisma marista, nuestra...
Memoria del encuentro de Marcelino Champagnat con el jóven Montagne: Inspiración para la Misión Marista
Memoria del encuentro de Champagnat con el jóven Montagne En la vida de todo ser humano existen momentos que transforman...
Región Arco Norte Marista: Colaboración Marista para la transformación
Región Arco Norte: Colaboración Marista para transformar comunidades La Región Arco Norte Marista es una comunidad de...
El legado del H. Basilio Rueda: santidad, servicio y renovación.
El legado del H. Basilio Rueda: Santidad, servicio y renovación El Hermano Basilio Rueda Guzmán (1924-1996) fue una...
Un corazón al servicio de la misión: H. Marcelino Ganzaraín y su camino Marista
Un corazón al servicio de la misión: H. Marcelino Ganzaraín y su camino marista El Hermano Marcelino Ganzaraín Gómez...
Scroll to Top

CONTÁCTANOS