Con mucha alegría e ilusión hace algunos meses, recibimos la invitación, cursada por el H. Provincial, para participar en un encuentro/retiro, con la singularidad que sería fuera del escenario habitual:  el CMF de Guatemala: esta vez, en Alajuela, Costa Rica. Mentalizados ya, quienes aceptamos la invitación y superadas las barreras de viajes y traslados nos preparamos para vivir estos 10 días con intensidad, y con la expectativa de quien lo iba a dirigir: El P. Arnaldo Pangrazzi, perteneciente a la congregación religiosa de los Camilos, cuyo carisma es atender a enfermos, tanto pacientes como terminales, familiares en etapa de duelo…Su amplia experiencia a nivel mundial nos iluminó y motivó en profundidad.

Los días entre el 23 de marzo y el 31, -tiempo de la Semana Mayor-, fueron los elegidos, y el ambiente natural: la casa de retiros de las Hermanas Franciscanas de la Purísima Concepción, sita en la ciudad de Alajuela, C.R.

El número de participantes fue de 23 hermanos:  cuya edad estuvo entre los 70 y 90 años. Provenientes de: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Puerto Rico formamos un selecto grupo con el ánimo de centrarnos en la etapa de la vida, y el deseo de fortalecer nuestro yo en el “aquí y ahora”. Completaron el grupo el H. Hipólito P., provincial, H. Dany, coordinador de las actividades y Leily Estrada (Enfermera titular de la Residencia Champagnat.).

El horario propuesto, fue amplio y adaptado a los participantes…dos días de paseo comunitario, -Basílica Ntra. Sra. De los Ángeles, en Cartago, parque nacional del volcán Irazú y Sarchí-, dieron color y sabor a las jornadas de retiro.

El contenido fue básicamente: La realidad que vivimos los participantes…Espacios vividos con proximidad al final de nuestros días…Afrontar nuestro futuro con fortaleza, confianza y aceptación de las limitaciones, todo esto iluminado y documentado por quien su misión es estar cerca de los moribundos y animar a quienes siguen viviendo en el correspondiente y temporal estado de duelo: Padre Arnaldo P. Su amplia experiencia y longeva edad, -77 años-, ilustró sus charlas con ejemplos vividos y conocimientos bien fundamentados…La presentación de sus ponencias en Power Point y posteriores comentarios en grupos de 2, 3 o 4 hermanos, fortalecieron las ideas que en forma muy didáctica trató de comunicarnos y que nosotros aprendimos.

A las hermanas franciscanas nos unimos en su capilla para celebrar los oficios del jueves y viernes Santo. Valga destacar que la propiedad donde estábamos también alberga la residencia de HH. Ancianas (unas 30), la casa Provincial y casa de formación de aspirantes.

Para concluir este tiempo de reflexión, celebramos la Vigilia Pascual en la catedral de la diócesis de Alajuela. La asistencia del nutrido número de fieles colmó el recinto. Finalizada la celebración regresamos a casa donde un brindis de Pascua nos mantuvo reunidos hasta casi la media noche…. Momento de convivencia, agradecimiento y despedida, pues al día siguiente, domingo 31 ya empezamos a regresar a nuestro punto de partida.

Solo me queda agradecer a quienes hicieron posible el encuentro: Comisión de HH., H. Provincial, H. Dany por su generoso tiempo dedicado a lo organizativo, P. Arnaldo Pangrazzi, animador y hermanas Franciscanas que nos acogieron.