Un Encuentro Marista en Roma
El Espíritu Santo estuvo presente en cada sonrisa, idea y reflexión durante nuestra reunión en el año 2022 en la Casa de la Divina Misericordia “Monte Cucco” en Roma. Como representantes de diversos laicos de las Unidades Administrativas, nos reunimos con una profunda gratitud hacia Dios y una inmensa responsabilidad.
Un Diálogo sobre el Laicado Marista
El propósito central de este encuentro fue reflexionar sobre la vocación del marista laico, su formación y acompañamiento. Buscamos entender las diversas formas en que los laicos pueden vincularse al carisma Marista y cómo estructurar esta unión, ya sea desde un punto de vista civil o canónico. Todo ello se desarrolló en el marco de un diálogo sobre la situación actual del laicado marista y la visión de su futuro, como se detalló en la carta de invitación al Fórum por el Secretariado de Laicos.
Un Cálido Comienzo
Desde el inicio, el equipo conformado por el Secretariado de Laicos, el Ampliado y los facilitadores del Fórum nos acogió con tal calidez que inmediatamente nos sentimos en familia. Además, la sorpresa de una visita al Vaticano, donde pudimos apreciar la escultura de nuestro Padre Fundador, consolidó aún más nuestro vínculo con el carisma marista.
Guiados por el Espíritu Santo
Cada día comenzaba con la guía del Espíritu Santo. Nos sumergimos en el canto “Ruah”, invocando al Espíritu de Dios en los cuatro idiomas del Instituto. Estos momentos se convirtieron en espacios de profunda reflexión personal y grupal, enriquecidos con inspiradores testimonios de vida.
Reflexiones y Avances
Se valoró la conciencia y compromiso de las provincias en vivir el carisma marista de manera vocacional. Destacamos la necesidad de procesos de formación y discernimiento personal para aquellos que eligen vivir este carisma. Aunque no buscábamos propuestas concretas, llegamos a consensos que guiarán el camino hacia el Fórum Internacional de la Vocación Marista Laical Virtual en 2024.
La Riqueza de la Comunión Marista
El carisma marista, visto como un don divino, es compartido tanto por hermanos como por laicos. Este encuentro nos recordó que la vocación de uno enriquece la del otro. Aprender sobre cómo Marcelino Champagnat pasó de una pequeña casita en La Valla a construir El Hermitage fue un testimonio del crecimiento constante de la comunidad marista. Hoy, muchos desean vivir vinculados a este carisma que da propósito a sus vidas y misiones.
Finalmente, agradecemos al Consejo Superior de Hermanos Maristas. Su presencia y participación durante todo el Fórum reflejó un deseo genuino de consolidar los sueños y aspiraciones de la comunidad marista.