H. Peter Gerard Carroll, nuevo Superior General
Oficina de comunicaciones
Redacción Provincial

Una vida entregada al carisma marista
Nacido el 2 de agosto de 1958 en Bundaberg, Queensland (Australia), el H. Peter creció en una familia de tres hermanos en la ciudad de Brisbane. Allí conoció a los Maristas en el Marist College Ashgrove, donde descubrió su vocación. Ingresó al Postulantado en 1977, profesó sus primeros votos en 1981 y su Profesión Perpetua en 1986.
Desde el inicio, su vida estuvo marcada por el servicio educativo. Fue maestro en colegios primarios y secundarios, jefe de departamento en varias instituciones y, durante 15 años, director en tres colegios católicos de secundaria: St. Peter Claver College Riverview, Marist College North Shore y Trinity Catholic College Lismore. Además, se formó en Historia, Literatura Inglesa y Educación en Macquarie University, y realizó estudios de posgrado en Australian Catholic University y Loyola University Chicago.
Liderazgo en la vida marista
El H. Peter ha estado profundamente comprometido con la animación de la vida del Instituto. En 2004 fue elegido miembro del Consejo Provincial de Sídney y, en 2012, viceprovincial de la nueva Provincia de Australia. En 2015 asumió como Provincial, servicio que desempeñó hasta 2022.
Ese mismo año, con la unión de las Provincias de Australia, Melanesia y Pacífico, se erigió la nueva Provincia Star of the Sea, de la cual fue nombrado primer Provincial, acompañando la vida marista en 11 naciones de Asia y Oceanía. Entre 2019 y 2022 también presidió Catholic Religious Australia, organismo que reúne a 150 institutos religiosos en el continente, mostrando su capacidad de liderazgo más allá del ámbito marista.
Un nuevo tiempo de esperanza
Hoy, como Superior General, el H. Peter Carroll asume la misión de animar y acompañar a la gran familia global marista, guiado por la espiritualidad de Champagnat y en comunión con los hermanos y laicos de todo el mundo. Su elección es un signo de confianza en un liderazgo profundamente enraizado en la educación, la vida fraterna y el servicio pastoral.
Confiamos a María, nuestra Buena Madre, y a San Marcelino Champagnat este nuevo camino para el Instituto. Que el Espíritu Santo lo fortalezca para continuar la misión de “hacer a Jesús conocido y amado, especialmente entre los niños y jóvenes, sobre todo los más vulnerables”.