Acreditación Marista en El Salvador: el sello que confirma una educación con calidad, valores y futuro
Rafael Nufio
Redacción Provincial




























Con alegría y profundo sentido de misión, cinco colegios maristas de El Salvador —Colegio Champagnat, Liceo Salvadoreño, Colegio Marista San Alfonso, Centro Escolar Católico Marista, Liceo San Luis de Santa Ana y el Instituto Católico Técnico Vocacional Jesús Obrero— han recibido la acreditación institucional oficial de sus Proyectos Educativos Institucionales (PEI) para el periodo 2025–2030, otorgada por la Comisión Provincial de Educación.
Este reconocimiento, entregado por el Hno. Gerardo Munguía, Coordinador Provincial de Pastoral Educativa, junto a la Lic. Idalia Ramos, forma parte del proceso de evaluación y mejora continua que impulsa la Provincia Marista de América Central. La certificación valida que cada institución cumple con los estándares de calidad y coherencia organizacional que garantizan una educación integral, en sintonía con el carisma marista y las necesidades de los niños, niñas y jóvenes del presente.
Cada uno de los cinco colegios maristas acreditados —Colegio Champagnat, Liceo Salvadoreño, Colegio Marista San Alfonso, Centro Escolar Católico Marista, Liceo San Luis de Santa Ana y el Instituto Católico Técnico Vocacional Jesús Obrero— celebra este reconocimiento como un reflejo de su compromiso con la formación integral, la calidad educativa y el carisma de San Marcelino Champagnat. Desde el legado centenario del Colegio Champagnat, pasando por la sólida trayectoria académica y espiritual del Liceo Salvadoreño, el dinamismo pastoral y comunitario del Colegio Marista San Alfonso, hasta el proceso participativo y transformador vivido por el Liceo San Luis, y el enfoque técnico, humano y cristiano del Instituto Jesús Obrero, todos renuevan su misión de formar líderes compasivos, íntegros y comprometidos con la transformación social. Esta diversidad de contextos refleja la riqueza del proyecto marista en El Salvador, unido por una visión común: educar con el corazón y mirar más allá.
Esta certificación conjunta es también un signo de la unidad y corresponsabilidad que existe entre las obras educativas maristas. Aunque cada una conserva su identidad y contexto propio, todas caminan juntas al servicio de una misma misión: formar personas íntegras, solidarias, compasivas y comprometidas con la transformación de la sociedad.
Con la vista puesta en los próximos cinco años, estos cinco colegios seguirán fortaleciendo sus procesos formativos, pedagógicos y pastorales, siempre fieles al legado de San Marcelino Champagnat y abiertos a los desafíos del mundo actual. En comunión con la familia marista internacional, reafirmamos: educamos con el corazón.