María en la vida de Marcelino Champagnat

Picture of Hno. Manuel Vallejo

Hno. Manuel Vallejo

Hermano Marista

Marcelino fue un hombre que, movido por el Espíritu, quedó cautivado por el amor de Jesús y María, y estuvo abierto a los acontecimientos y las personas en tiempos de la revolución francesa. El amor de Dios y la realidad social le revelan la misión de “dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar” mediante la educación cristiana ¿Qué papel jugó María en su vida? ¿qué valores de María marcan la espiritualidad marista?

María, la Buena Madre:

La imagen de María con Jesús en sus brazos inspira en Marcelino la espiritualidad marista, hecha de cariño, cuidado, cercanía, ternura, comprensión y misericordia. En ella contempla y experimenta a Dios con las características de una Buena Madre que se desvive por el hijo de sus entrañas, y que no sabe, ni puede, ni quiere otra cosa más que amarlo. Esta experiencia mariana le lleva a Marcelino a insistir: “para educar bien a los niños hay que amarlos, y amarlos a todos por igual”.

María siempre con Jesús:

En todas las cartas de Marcelino se ve la constancia en repetir el nombre de María junto al de Jesús, tanto en los momentos agradables como en los desagradables. La fórmula que explica y fundamenta el culto mariano del padre Champagnat es esta: “María, sí, solo María es nuestra prosperidad, sin María no somos nada y con María lo tenemos todo porque María tiene siempre a su adorable hijo o en sus brazos o en su corazón”. Los brazos y el corazón nos hablan de una espiritualidad marista marcada por la presencia, el afecto y la confianza. Así amaban Jesús y María plenamente humanos y plenamente divinos.

Imitar las virtudes de María:

Amar a María, servirla y propagar su culto, fue uno de los fines que San Marcelino Champagnat se propuso al fundar la Congregación de los Hermanos Maristas, el 2 de enero de 1817.

A los hermanos les decía: “Si tenéis la dicha de inspirar a los niños una tierna devoción a la Virgen, los habréis salvado”, e insistía muchísimo en imitar sus virtudes. Imitar las virtudes en la espiritualidad marista, es vivir y testimoniar con nuestra vida, los valores de María: fe, oración, humildad, sencillez, bondad, servicio, solidaridad y profecía. Y no quedarse solo en el plano sentimental o devocional.

El 15 de agosto es la Asunción de la Virgen María. Fiesta patronal del Instituto Marista. Celebramos que María alcanzó la plenitud de la salvación de forma absoluta identificándose con Dios. Que esta sea nuestra meta y nuestro anhelo más profundo.

¡Síguenos en redes sociales!

Artículos que te pueden interesar

En memoria del Hermano Teódulo Hernando (1946-2024)
Hermano Teódulo Hernando: Servir para transformar El hermano Teódulo Hernando Ureta nació el 9 de agosto de 1946 en...
El testamento de San Marcelino Champagnat: una invitación a vivir la espiritualidad marista hoy
Testamento espiritual de San Marcelino Champagnat: una invitación a vivir la espiritualidad marista hoy En una tranquila...
Un testimonio de fe, vocación y misión Marista
Hermanos jubilares: Un testimonio de fe, vocación y misión marista La vida de un hermano Marista no se mide solo en...
Preparándonos como familia global para el XXIII Capítulo general
XXIII Capítulo General: “Hogar para todos, río de vida” “Estamos invitados a soñar el futuro con una mirada...
FORMAR: un encuentro con el corazón marista
FORMAR: un encuentro con el corazón marista El Centro Marista de Formación en Guatemala se llenó de vida, espiritualidad...
“Salmos para orar”: una guía espiritual para todos
Libro digital: Salmos para orar. Descarga aquí el libro Salmos para orar Por H. Javier Espinoza La oración es un puente...
Scroll to Top

CONTÁCTANOS