En Guatemala, una semana de trabajo para servir mejor a la misión
Oficina de comunicaciones
Redacción provincial
Del 22 al 28 de octubre, en la Ciudad de Guatemala, la Provincia Marista de América Central realizó una semana de trabajo orientada a fortalecer la fraternidad y alinear la gestión al servicio de la misión, en sintonía con las llamadas del Capítulo General 2025. Participaron equipos de animación provincial y el Consejo Provincial, en espacios de escucha, discernimiento y coordinación. Acompañó las jornadas Rony Ahlfeldt (Brasil), asesor del Economato General, compartiendo criterios y buenas prácticas que favorecen una administración responsable al servicio de las personas.
El propósito fue claro: poner a las personas y la misión en el centro, afinar la colaboración entre áreas y asegurar que las iniciativas maristas mantengan su calidad educativa y pastoral, especialmente donde más se necesita.
¿Qué significa para la comunidad marista?
- Más coherencia educativa y pastoral: iniciativas y mensajes mejor alineados entre colegios y obras, para una experiencia marista consistente.
- Comunicación más clara y cercana: fortalecimiento de canales oficiales y orientaciones comunes para informar con oportunidad a familias y comunidades.
- Ambientes seguros y cuidado integral: refuerzo continuo de políticas y formación para proteger a niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
- Cercanía con quienes más lo necesitan: reafirmación del compromiso con los contextos de vulnerabilidad, priorizando presencia y acompañamiento.
- Escucha activa y participación: impulso a espacios de diálogo y construcción conjunta con educadores, estudiantes y familias.
- Transparencia y buen uso de recursos: prácticas que promueven sostenibilidad y rendición de cuentas, siempre al servicio de la misión.
- Continuidad y mejora de proyectos: seguimiento estable que favorece la permanencia y el impacto de las acciones formativas y solidarias.
- Impulso a la innovación: apertura a herramientas y metodologías que apoyen el aprendizaje y la vida de fe, desde una mirada actual y responsable.
Esta semana deja como fruto una colaboración más afinada y una mirada compartida para seguir cuidando lo esencial: acompañar la vida y el crecimiento de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en todas nuestras obras. Con María, nuestra Buena Madre, seguimos educando mentes y formando corazones al estilo de San Marcelino Champagnat.