En la tarde del 12 de junio de 2023, nuestros corazones se reunieron con profundo pesar para despedir a nuestro amado Hermano Jesús León. A los 75 años de edad y después de 56 años dedicados a la vida religiosa marista, se encontró nuevamente con nuestros hermanos en la casa del Padre.

Su itinerario formativo fue un camino lleno de aprendizaje y compromiso. Comenzó su formación en el Juniorado Nuestra Señora de Guadalupe en Carrión de los Condes, España, el 11 de febrero de 1959. Desde entonces, su devoción y vocación se hicieron evidentes. Posteriormente, ingresó al Postulantado en Pontós el 9 de septiembre de 1964 y completó su Noviciado el 2 de julio de 1965, donde profesó como Religioso Marista un año después.

El Escolasticado se llevó a cabo en Mirando de Ebro, España, durante los años 1966-1969, fortaleciendo su preparación y dedicación a la vida religiosa. El 1 de enero de 1974, en San Salvador, realizó su Profesión Perpetua, sellando su compromiso eterno con la congregación marista.

Buscando la adquisición de conocimientos, estudió magisterio en España y obtuvo una licenciatura en Ciencias en la Universidad de David, en Panamá. Además, en el centro de Espiritualidad El Escorial, en España, complementó su formación con un segundo noviciado en 1991, un curso de renovación en 2005 y el programa Umbrales en 2018.

El Hermano Jesús León vivió su camino misional marista con gran entrega y dedicación. En diferentes lugares de Centroamérica, desempeñó múltiples roles: animador de comunidad, formador, acompañante de los hermanos mayores, educador, coordinador, director y administrador. Dejó su huella en Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Panamá.

En Guatemala, destacó su labor como profesor y rector en el Liceo Guatemala, así como su dedicación como animador de comunidad y director en la Escuela Marista. También dejó su impronta en el Escolasticado San José, en la Residencia Champagnat, en Chichicastenango y en la Comunidad Montagne.

En El Salvador, su aporte fue invaluable en el Liceo Salvadoreño y en Talnique, donde ejerció como animador y administrador de comunidad. En Nicaragua, su labor en el Colegio San Francisco como animador de comunidad, director y administrador dejó una profunda huella.

Costa Rica lo recibió como animador de comunidad y responsable de la pastoral de inserción en Los Chiles, mientras que en Panamá su dedicación fue ejemplar en el Colegio San Vicente Paúl, donde fungió como animador de comunidad, profesor, coordinador, director y administrador.

Los últimos años de su vida los pasó en la Residencia Champagnat, acompañando a los hermanos mayores y sirviendo en varias tareas administrativas. Siempre dispuesto a dar una mano amiga y a compartir su sabiduría con todos aquellos que lo rodeaban.

Hoy, nos despedimos de un gran ser humano y un fiel servidor de Dios. El Hermano Jesús León deja un legado de entrega, amor y compromiso marista que perdurará en nuestros corazones. Su ejemplo inspirador vivirá en cada uno de nosotros, y su espíritu continuará guiando nuestros pasos en el camino de la fe y la educación. Descansa en paz, querido hermano.