Pascua de Comunidades Remar en Guatemala: una experiencia de fraternidad y esperanza
Por: Omar Peña
Hermano
Del jueves 6 al sábado 8 de abril, los jóvenes integrantes de las Comunidades Remar en Guatemala vivieron una Pascua enriquecedora, caracterizada por la reflexión, el silencio y la escucha. Bajo el lema “Arriésgate a vivir”, se les animó a cuestionar sus proyectos de vida y alinearlos con la propuesta de Jesús. Estos días de convivencia estuvieron impregnados de fraternidad, entrega y una esperanza que se hizo palpable en cada momento.
La Pascua juvenil de este año, en sintonía con el lema “Cuidar y generar vida Marista”, brindó la oportunidad, después de cuatro años, de compartir la experiencia de la Vigilia Pascual junto a Hermanos, Fraternos, Laicos y Laicas. Todos ellos fueron testigos del momento en que dos comunidades Remar concluyeron su proceso. La comunidad Rivat, que había caminado junta durante más de 8 años, decidió cerrar esta etapa de su vida. De manera similar, la comunidad Montagne, también culminó su proceso Remar y recibió una cruz como símbolo del final de la tercera etapa de las comunidades Remar; una invitación a seguir encarnando la propuesta de Jesús desde su ser marista.
Con gran alegría, nos sentimos enviados a anunciar y testimoniar todo lo vivido durante estos tres días, siendo conscientes de que la experiencia del encuentro con Jesús Resucitado no se limita a un momento estático, sino que se abre hacia la cotidianidad de nuestras vidas.
La Pascua de Comunidades Remar en Guatemala fue una oportunidad para profundizar en la dimensión comunitaria y espiritual de los participantes. Los jóvenes tuvieron la oportunidad de sumergirse en un ambiente propicio para el crecimiento personal y la conexión con los demás, donde se promovió el diálogo, la escucha y el apoyo mutuo.
Durante estos días, se llevaron a cabo diversas actividades que invitaron a la reflexión y al discernimiento. A través de dinámicas de grupo, momentos de oración y compartiendo experiencias de vida, los jóvenes exploraron sus propósitos y sueños, buscando alinearlos con los valores y enseñanzas de Jesús.
La culminación de la Pascua se vivió en la Vigilia Pascual, un momento de profunda espiritualidad y celebración, donde se renovaron los compromisos y se compartió la alegría de la Resurrección. Fue un momento de encuentro y comunión, en el que todos los participantes se sintieron fortalecidos en su fe y compromiso con la misión de Comunidades Remar.
La experiencia de la Pascua de Comunidades Remar en Guatemala dejó huellas imborrables en los corazones de los jóvenes participantes. Fueron días de encuentro, crecimiento y renovación espiritual que les permitieron fortalecer su vocación y compromiso como jóvenes maristas, dispuestos a arriesgarse a vivir con esperanza y fraternidad.
En resumen, la Pascua de Comunidades Remar en Guatemala fue un tiempo de profundo significado y trascendencia. A través del lema “Arriésgate a vivir”, los jóvenes reflexionaron sobre su propósito de vida y se comprometieron a seguir la propuesta de Jesús. Esta experiencia de fraternidad y esperanza fortaleció su fe y les impulsó a llevar la esencia marista a su vida cotidiana.